Con gran interés comienza una búsqueda de arte que le identifique, no tardo mucho y lo que estaba buscando lo haya entre los siglos XIX y XX, en su mayoría artistas alemanes con arte significativo, lo que le impacta y le impulsa en su arte que se vuelve su sello personal junto con su gran estética.
 

Su obra se destaca tanto por el vigor de su poesía como por su técnica dedicada a la fantasía. Los trabajos más destacados de Santiago son las ilustraciones de libros, entre ellos están El Horror de Dunwich por HP Lovecraft, La condesa Sangrienta de Alejandra Pizarnik, El Monje y la Hija del Verdugo por Ambrose Bierce (Libros del Zorro Rojo), Las Murallas del Castillo (Laberinto Negro); tres grandes obras de Shakespeare y Don Quijore, (Penguin Readers), entre muchos otros.

Todo parte de una creatividad sin fin que sigue brotando en él artista, teniendo un lugar asegurado y destacado en los artistas del milenio.